Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene mantener un buen estado de salud y ante una crisis sanitaria como la que estamos viviendo en estos momentos, esta cuestión cobra más relevancia. Las enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, enfermedades cardíacas y respiratorias o cáncer, son la principal causa de mortalidad en el mundo y nos hacen ser mucho más vulnerables ante otras enfermedades. No cabe la menor duda de que la alimentación está directamente relacionada con la salud, no sólo previene la posible aparición de las enfermedades anteriormente mencionadas sino que también contribuye a reforzar el sistema inmunológico que es el que se va a encargar de defendernos ante cualquier ataque como el que estamos sufriendo.
Las verduras y hortalizas son imprescindibles en una dieta saludable. Las recomendaciones apuntan a consumir entre dos y tres raciones de verduras y hortalizas cada día y preferiblemente alternar verduras y hortalizas crudas y cocinadas para evitar la pérdida de nutrientes. Con el cocinado al vapor o a la plancha la pérdida de nutrientes se reduce considerablemente. No ocurre lo mismo cuando las cocemos. Una buena opción es reciclar el agua de cocción para otras preparaciones como sopas o purés. Las verduras y hortalizas tienen muy bajo poder calórico lo que las convierte en el acompañamiento perfecto para los platos principales. El valor calórico se puede ver incrementado durante el cocinado. El consumo de verduras y hortalizas de temporada es la mejor elección pero las congeladas son una excelente alternativa de la que podemos echar mano en épocas como la que estamos viviendo. La congelación de verduras y hortalizas precisa de un escaldado previo que no le resta ninguna pérdida de valor nutritivo. Las verduras y hortalizas son una fuente natural de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y cáncer entre otras. Contribuyen al mejor funcionamiento del organismo y fortalecen el sistema inmunológico.