La receta que os traigo hoy es un plato tradicional de esos que retomamos de vez en cuando porque suelen gustar a todo el mundo. El único problema con el que os podéis encontrar a la hora de elaborarlo es el de elegir los pimientos porque han de ser todos más o menos del mismo tamaño y ni muy grandes ni muy pequeños. Acompañado de arroz blanco nos puede servir como plato principal.
Ingredientes:
– 8 pimientos verdes
– 5 patatas
– media cebolla
– 5 huevos
– sal
– aceite de oliva
Preparación:
Picamos las patatas y la cebolla en láminas finas, añadimos sal y las freímos en una sartén con abundante aceite. Cuando la patata esté blanda la retiramos de la sartén escurriendo bien el aceite. Batimos los cinco huevos y los volcamos sobre la patata, removemos y reservamos.
Cortamos con un cuchillo la parte superior de los pimientos donde se encuentran las semillas y comprobamos que por dentro del pimiento no queda ninguna. Colocamos los pimientos de pie en un bol con la parte abierta hacia arriba y con la ayuda de una cuchara los rellenamos con la mezcla de los huevos y las patatas.
Ahora comienza la parte más delicada de la preparación: freir los pimientos sin que se nos derrame el relleno. Yo para este paso me ayudo de una pala de las de servir las tartas. Pongo la pala tapando el pimiento, le doy la vuelta y lo coloco en esta posición en una sartén con el aceite caliente, o sea, la parte abierta del pimiento tiene que quedar pegada al aceite, de esta modo cuaja la tortilla y cierra el pimiento de manera que ya lo podéis tumbar y freir sin problema por todas partes.
Primero colocáis los pimientos todos juntos en la sartén boca para abajo durante un minuto y después ya los podéis freir normalmente.
Los ponéis en una fuente redonda con un flan de arroz blanco en el centro.
Curiosidades:
No os asustéis con la receta, es muy latosa de explicar pero fácil de hacer.
Si os sobran los podéis calentar en el microndas e incluso fríos están buenísimos.
Los pimientos son una fuente extraordinaria de vitamina C, superan a las naranjas, limones y pomelos. La vitamina C contribuye a la absorción de calcio y hierro, aumenta las defensas del organismo.
Los pimientos también tienen la facultad de estimular el apetito y tienen propiedades digestivas, antidiarreicas y antivomitivas.
Esta receta es apta para celíacos.
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Soy un privilegiado que los he comido dos veces en estos días. Están buenísimos Malena 😀
Con comensales tan buenos como tú da gusto! Pablo, muchas gracias por tu apoyo, tu ayuda y tu cariño