La receta que hoy os presento tiene como ingrediente principal la carne de cerdo. Carne que, por alguna razón, no siempre ha gozado de buena fama entre los consumidores. Los motivos de esta baja consideración son, os lo aseguro, completamente infundados. La carne de cerdo presenta la misma calidad que cualquier otra, su aporte calórico es similar al resto de las carnes y su consumo -moderado, al igual que las demás- es perfectamente aconsejable.

Ingredientes:

– 1 kg de carne magra de cerdo
– aceite de oliva
– 4 patatas
– sal

Para el adobo:

– 1 cucharada sopera de pimentón dulce
– 1 cucharada sopera de pimentón picante
– 2 hojas de laurel
– 2 dientes de ajo
– medio vaso de vino blanco
– medio vaso de vinagre
– un chorretón de aceite de oliva
– sal

Preparación:

Cortamos la carne de cerdo en trozos pequeños y la adobamos con el pimentón dulce, el pimentón picante, las hojas de laurel partidas por la mitad, los dos dientes de ajo picados, el vino blanco, el vinagre, el aceite de oliva y un puñado de sal. Removemos la carne con el adobo para que se mezclen bien los sabores y dejamos macerando en la nevera durante 24 horas. Durante este tiempo volvemos a remover de vez en cuando, así toda la carne quedará impregnada con el adobo.
Al día siguiente, colocamos la carne con el adobo en una tartera o sartén grande a fuego medio y destapada para que vaya perdiendo el líquido sobrante hasta que esté cocinada -se puede comprobar pinchando un trozo de carne con un palillo y si se está tierna y no suelta ningún líquido, ya estará lista-
Mientra hacemos la carne, pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en trozos de un tamaño similar a los de la carne, salamos y freímos en otra sartén con aceite abundante. Cuando estén listas -no se deben dorar demasiado- escurrimos el aceite y las echamos por encima de la carne ya cocinada, removemos y dejamos al fuego unos cinco minutos para que las patatas se mezclen con el adobo de la carne y adquieran un tono rojizo muy apetecible.

Curiosidades:

La cantidad de pimentón picante podéis variarla a vuestro gusto, si os gusta muy picante le añadís más, si van a comer niños o no os gusta que pique ponéis dos cucharadas de pimentón dulce y elimináis el picante.
La carne de cerdo es muy rica en fósforo y baja en sodio por lo que se recomienda para aquellas personas con problemas de hipertensión o anemia. Contiene un 10% más de vitamina B1 o tiamina que el resto de las carnes, la tiamina ayuda a las células del organismo a transformar los carbohidratos en energía y participa en la conducción del impulso nervioso. Posee ácido oleico ( reduce los niveles de colesterol malo o LDL en sangre) y de Omega 3.