Las torrijas son un postre cuyo origen se remonta a la Edad Media y, desde entonces constituían un alimento vinculado a la época de la Cuaresma. Hoy se han convertido en un dulce típico de la época de Carnaval y ya nadie las asocia con la comida humilde que fue en su día. Junto con las orejas -podéis encontrar la receta en el siguiente enlace: orejas de Carnaval– son los postres más típicos de los días en que nos encontramos.
Ingredientes:
– una baguette o una barra de pan del día anterior
– 500 ml de leche entera
– 2 cucharadas soperas de miel
– 2 huevos
– 4 cucharadas soperas de azúcar
– 1 cucharada sopera de canela en polvo
– aceite
Preparación:
Cortamos el pan. Si empleamos una baguette la partimos en trozos de unos diez centímetros y éstos longitudinalmente como si fuésemos a hacer unos montaditos. Si utilizamos una barra de pan, hacemos rodajas como de un centímetro o centímetro y medio de grosor.
Calentamos el medio litro de leche con las dos cucharadas de miel. Removemos hasta que se disuelva la miel en la leche sin que llegue a hervir, Dejamos templar e introducimos el pan hasta que se empape por completo. Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite. Con la ayuda de una espumadera cogemos las rodajas de pan las introducimos en el huevo batido y a continuación las freímos, primero por un lado y después les damos la vuelta para que se hagan por el otro lado.
Cuando estén doradas -no necesitamos que se hagan demasiado- las ponemos sobre un papel absorbente para que no queden grasientas y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela.
Curiosidades:
Esta es la receta típica de torrijas de toda la vida pero endulzadas con miel en lugar de azúcar. Tenéis que probarla porque la verdad es que la miel les aporta un sabor especial que las hace deliciosas.
Podéis utilizar tanto baguette como una barra de pan normal, dependiendo de lo que os haya sobrado; esta receta surgió para aprovechar el pan sobrante. Como la baguette es un pan más blando os van a quedar más tiernas.
La mezcla de leche y miel no debe estar demasiado caliente para evitar que se se deshagan.
Son las 7:47 de la mañana y no sabes cómo me apetece una torrija de esas con un buen cola-cao, mi madre las hace de pan de bolla y le salen de vicio.
Las torrijas mas ricas que he probado nunca las hacia mi abuela, de vino
dulce almibarado y me chupaba los dedos!
Un beso grande.
Son siempre tan deliciosas… no quedan nunca mal y en cada casa saben diferente, es una maravilla de la cocina. Eso sí, lo de la miel no lo he probado y me están dando ganas, tomo nota de ello!
Nunca he probado a hacerlas con pan de bolla, pero seguro que están buenísimas, el pan de bolla queda bien para todo.
Un besito María 😉
Cómo suenan esas torrijas!!! Las recetas de las abuelas son las mejores. No debemos perderlas, creo que los bloggers contribuímos en gran medida a difundirlas y a conservarlas.
Un besito 😉
En cada casa se le da un toque especial pero todas ellas están buenísimas, nunca he probado una torrija que no me gustase.
Un besito Mireia