Estas Navidades vamos a preparar un pavo deshuesado con un relleno muy especial pensado para sorprender a los tuyos.
Esta receta es mucho más complicada de escribir que de realizar. Como tiene diferentes pasos: el relleno, el horneado, el acompañamiento y la salsa, parece más difícil de lo que es en realidad. Tiene la ventaja de que lo que más tiempo lleva que es el relleno, lo podéis dejar preparado con anterioridad y así el tiempo de cocinado se reduce un montón. Os aseguro que merece la pena
Ingredientes:
- 1 pavo deshuesado
- 1 manojo de grelos
- 300 g de castañas
- 250 g de panceta ibérica curada en un trozo
- 1 vaso de vino albariño
- 4 patatas
- medio litro de leche
- 2 cucharadas de mantequilla con sal
- 1 cucharada de postre de harina
- 4 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- unas ramitas de romero fresco
- frutos rojos para adornar
- sal y pimienta
Preparación:
Comenzamos con lo más tedioso de la receta que es el relleno. Limpiamos y lavamos los grelos. Les damos un primer escaldado en agua hirviendo para que pierdan el amargor. Retiramos el agua y cocemos con agua abundante y sal hasta que estén tiernos – con diez minutos hirviendo será suficiente – Escurrimos el agua de cocción. Ahora vamos con las castañas. Lo primero es retirarle la piel, tanto la externa como la que viene pegada al fruto. Es una tarea muy sencilla. Hacemos un corte profundo a lo largo de cada castaña y la metemos en el microondas durante un minuto extendidas en plato en tandas de seis en seis. Las pelamos ayudándonos de un cuchillo antes de que enfríen. Veréis como sale la piel perfectamente. A continuación, las cocemos en un cazo cubiertas de leche hasta que ablanden. Retiramos de la leche, esta última la aprovecharemos más tarde. En una sartén con dos cucharadas de aove doramos dos dientes de ajo laminados. Cuando estén dorados los retiramos. En ese mismo aceite ponemos la panceta picada, damos unas vueltas y añadimos los grelos. Salteamos un par de minutos. Por último y ya fuera del fuego incorporamos las castañas. Ya tenemos nuestro relleno listo.
Lavamos el pavo y comprobamos que esté bien limpio. Sazonamos por dentro y por fuera con un machacado de sal y ajo y unos toques de pimienta. Pincelamos toda la superficie con aove. Ponemos el relleno en su interior de manera que quede todo bien cubierto. El relleno tiene que ser abundante y quedar bien apretado cuando lo cerremos. Cosemos con hilo de cocina cerrándolo bien. Con el mismo hilo podemos sujetar las patas traseras y las alas para que no se rompan durante el cocinado. Colocamos el pavo relleno en una fuente de horno con unas ramas de romero fresco y horneamos a 180°C durante una hora y media aproximadamente. Siempre se calcula una hora de horno por cada kilo de peso. Pasada la primera hora bajamos el termostato a 150°C, añadimos el albariño y cubrimos con papel de aluminio para que no se queme la superficie.
Mientras se hace nuestro pavo, preparamos la guarnición. Cocemos las patatas lavadas con piel en agua con sal durante unos veinte minutos. Les quitamos la piel y las machacamos. Añadimos la mantequilla y parte de la leche de cocer las castañas. Mezclamos hasta obtener un puré espeso. Si es necesario echamos un poco más de leche. Comprobamos el punto de sal y colocamos en una manga pastelera. Retiramos el pavo del horno. Ponemos a reducir los jugos que ha soltado en una sartén junto con una nuez de mantequilla a la que le hemos incorporado una cucharada de postre de harina. Removemos y cuando comience a espesar retiramos del fuego. Colocamos el pavo relleno en una fuente con un fondo de salsa. Rodeamos con unos montoncitos de puré de patata y adornamos con unas ramitas de orégano y frutos rojos.
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