El conjunto de las vitaminas lo comprenden una serie de sustancias con distinta composición y estructura de origen orgánico y todas ellas indispensables para el correcto funcionamiento del organismo. En otra ocasión y, con motivo de la llegada del frío y los posibles resfriados, os he hablado de la vitamina C; hoy aprovechando que los rayos de sol incinden con más fuerza y durante más horas, os voy a contar las propiedadades de la vitamina D y su importancia.
Se trata de una vitamina liposoluble, quiere esto decir que necesita grasas para su correcta absorción en el organismo. Las grasas son el vehículo de todas las vitaminas liposolubles, en concreto, la grasa de la leche y los aceites de pescado contienen vitamina D. Si eliminamos las grasas de la dieta tendríamos importantes carencias nutricionales.
La vitamina D es la responsable de que el cuerpo absorba correctamente el calcio y el fósforo necesarios para la formación de los huesos y de los tejidos óseos. Hay dos períodos en la vida en los que su absorción resulta más relevante: en la niñez, durante la cual se están desarrollando los huesos y una carencia de esta vitamina produciría una enfermedad denominada raquitismo -los huesos por la falta de calcio y fósforo se vuelven más blandos y se curvan- y en los adultos, cuya deficiencia puede generar osteoporosis. En las personas mayores el reisgo de déficit de vitamina D es elevado ya que la capacidad de sintetizar vitamina D se va reduciendo con los años a la vez que las salidas al exterior son menos frecuentes. Esta vitamina también participa en el sistema neuromuscular, está relacionada con el mantenimiento de la presión arterial y con la secreción de insulina, hormona necesaria para el funcionamiento celular.

No podemos olvidarnos de la leche materna. Hay una gran gama de alimentos enriquecidos en vitamina D: la leche, cereales para el desayuno, zumos, mantequillas y margarinas. Esto se ve reflejado en el etiquetado correspondiente.
La carencia de vitamina D se duplica durante el período invernal. Es ahora durante el verano cuando debemos aprovecharnos del sol y de los días más largos para aprovisionarnos de vitamina D , eso si, con las debidas precauciones.
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Muy buena entrada , no sabia muchas cosas hay muchos alimentos que yo suelo comer a diario gracias por la informacion besitos
¡No tenía ni idea de que la vitamina D fuera tan importante! Intentaré aprovisionarme bien de rayos de sol de cara al invierno y haciendo un gran esfuerzo tomaré helados (que tienen grasa) para su correcta absorción por parte de mi organismo ¡menudo sacrificio!
¡Besos mil!
Ja ja ja Cuca no habrá más remedio que sacrificarse y tomar helados. Todo sea por mantener una buena salud.!
Un besito grande 🙂
Muchas gracias Inma. Toda información viene bien refrescarla de vez en cuando.
Un besito 🙂
Yo la llamo la vitamina de mi felicidad¡¡ 😀 Muaks grandotes¡
Ja ja ja nunca lo había visto de ese modo…Ahora me gusta más
Un besiño 🙂