Este es un plato de fiesta, un plato para celebrar. Unas gambas con un rebozado crujiente y esponjoso muy sencillo de preparar. Las gambas constituyen un alimento fundamentalmente proteico, con muy pocos hidratos de carbono y grasas.
Al provenir del mar su contenido en sodio es bastante elevado pero hay que decir a su favor que son muy ricas en yodo, hierro y vitaminas del grupo B y vitamina E.
En preparaciones a la plancha y sin adición de sal constituyen un alimento muy saludable. Con la receta que os propongo hoy el valor calórico se ve incrementado considerablemente, no obstante, de vez en cuando podemos permitirnos un capricho y recordad que todo depende de la cantidad.
Ingredientes:
- 500 g de gambas frescas
- 150 g de harina
- 125 ml de cerveza (medio vaso)
- 1 huevo
- medio sobre de levadura en polvo
- media cucharadita de sal fina
- media cucharadita de colorante alimentario
- aceite de oliva para freir
Preparación:
En un bol ponemos la harina con la sal, la levadura y el colorante ( éste último es solamente para dar color) Añadimos la cerveza poco a poco mientras mezclamos con unas varillas para desleír la harina y que no se formen grumos. A continuación echamos el huevo y mezclamos bien. Nos tiene que quedar una masa fina, con consistencia pero ligera, no queremos que quede una masa espesa.
Pelamos las gambas dejando la parte de la cola.
Ponemos a calentar una sartén alta echamos una buena cantidad de aceite, cuando esté bien caliente cogemos las gambas por la cola y las vamos mojando en la masa una a una y las introducimos en el aceite. No debemos echar mucha cantidad para que no se enfríe el aceite. Cuando se doren las retiramos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa y las comemos recién hechas, antes de que se enfríen.
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