El pasado día 26 de octubre saltó la alarma en todos los medios de comunicación. La OMS (Organización Mundial de la Salud) emite un comunicado advirtiendo del riego que supone el consumo de carne roja y de carne procesada para contraer cáncer, principalmente cáncer colorrectal y ,en menor medida, de páncreas y de próstata. El estudio lo ha llevado a cabo el CIC, el Centro Internacional sobre el Cáncer, órgano de la OMS especializado en el cáncer, con 22 expertos de 10 países. Como resultado de este estudio se puede decir que el consumo diario de 50 gramos de carne procesada incrementa un 18% el riesgo de padecer cáncer colorrectal .
La carne roja se ha clasificado como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A) y la carne procesada como carcinógena para los humanos (Grupo 1). En este Grupo 1 también se encuentran clasificados el tabaco y el amianto. Esto no quiere decir que la carne procesada sea tan cancerígena como el tabaco o el amianto; el CIC la clasifica en este grupo no porque el riesgo de su consumo sea igual que el de fumar, sino porque hay una evidencia clara de que la carne procesada es un agente cancerígeno.
Pero bien, a qué nos referimos cuando hablamos de carne roja y de carne procesada. Cuando hablamos de carne roja nos referimos al tejido muscular de los mamíferos, ternera, vaca, cerdo cordero, caballo o cabra. La carne procesada incluye toda aquella que ha sido sometida a un proceso de salazón, ahumado, curado, fermentación o cualquier otro destinado a su mejor conservación. Suelen tener mezcla de carnes y también vísceras y otros subproductos como la sangre.
Reducir el consumo de carne roja y de carne procesada no es algo nuevo, ya en año 2002 la OMS recomendó limitar su consumo por su elevado contenido en grasa y en sodio, principalmente en la carne procesada, para evitar enfermedades cardiovasculares y obesidad.
No se puede negar la evidencia, estamos hablando de un estudio serio que se ha llevado a cabo por el incremento del consumo de estos productos a nivel mundial. Como resulta obvio, la dosis hace al veneno. La carne roja es un alimento altamente nutritivo que no deberíamos eliminar de nuestra dieta siempre y cuando la consumamos con moderación. Las recomendaciones dietéticas al respecto son de dos raciones de carne roja a la semana. Con respecto a la carne procesada, su consumo debe ser más limitado y debería ser solo ocasional, no formar parte ni mucho menos de nuestra dieta diaria.
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Gracias por la explicacion besitos
Tienes toda la razón Malena, todo en exceso es malo pero también es malo la falta de sus proteinas, me ha gustado mucho la explicación porque habrá gente, entre las que me incluyo, que no tenía claro cual es la carne procesada, así que como siempre perfecta entrada.
Un besito enorme y feliz semana.
la verdad que nos os lo has explicado muy bien y a mi tambien me has aclarado bastante, un besote!!
Yo de por si, como poca carne ya que no me hace mucho la verdad pero para pillarlo por una razón o por otra podemos desarollarlo en cualquier momento.Gracias por tu buen post.Bsss
Buen apunte y muy bien aclarado. Un beso Malena
Tienes razón, todo esto ya lo sabíamos y si se consumen con mesura, en mi opinión no hay ningún problema.¡Vaya!, quwe npo nos dicen nada nuevo. Un beso y gracias por esta entrada tan clarificante
Muchas gracias Inma!
Un besito 🙂
Muchísimas gracias Manoli. No veas lo contenta que me siento cuando mis posts os sirven para ayudaros o para aclararos alguna duda.
Un besiño 🙂
Qué bien Elena, de eso se trataba de aclarar un poco este informe de la OMS tan alarmante.
Un besito 🙂
No se trata de eliminar la carne de la dieta. Desde siempre hemos aconsejado su consumo moderado porque hay un exceso de carne en nuestra alimentación diaria.
Muchas gracias Doris
Un besito 🙂
Efectivamente Pilar, nada nuevo. Lo que ocurre es que cuando nos lo comunican de manera más "oficial" parece como que nos lo tenemos que creer más y hacer un poco más de caso.
Un besito 🙂
Gracias por pasarte Ricardo.
Un besiño 🙂
Desde la semana pasada estamos todos muy alarmados por algo que ya se sabía. Desgraciadamente nuestra dieta diaria no puede ser a base de chuletas y filetes a la barbacoa ni de embutidos por muy ricos que estén.
Reconozco que a mí me encanta la morcilla y el chorizo pero los como ocasionalmente y no creo que por ello mi riesgo sea excesivo. Seguramente me la jugué mucho más cuando fumaba, que fueron también unos cuantos años… Lo que ocurre es que mucha gente come estos productos a diario y ahí el riesgo tiene que subir como la espuma.
Por cierto entiendo que serán más "sanos" los que se realizan en casa de manera artesanal (la típica matanza que se hace por estas fechas) que los que se compran en supermercados que tienen conservantes y similares ¿verdad?
¡Besos y gracias por estas maravillosas entradas!
Muchísimas gracias Malena por la explicación, como todos también estaba alarmada, además como buena gallega, parece que no podemos comer unas verduras si no son acompañadas de un trozo de carne, creo que tenemos que ir cambiando los hábitos y las costumbres y eso en algunas casas va a ser complicado.
Un besazo
Los embutidos y fiambres hechos en casa son, por lo general, más saludables que los industriales. Cuando se elaboran para el autoconsumo siempre se procura cuidar más los ingredientes -como la cantidad de grasa añadida- . Pero aún así no deberíamos abusar de estos productos porque lo que se dice muy sanos no son. Mucho más perjudicial y cancerígeno es el tabaco y no por ello mucha gente deja de fumar.
Un besito Cuca y feliz fin de semana 🙂
So hábitos muy difíciles de cambiar. Siempre he oído en mi casa que la verdura sin un poco de cerdo no sabía a nada. Yo la hago tal cual con un chorrito de aceite y nos encanta. Si que va a ser complicado por no decir imposible!
Un besiño Yolanda 🙂