Pues ya estamos al borde del verano y, como consecuencia, ha llegado la época en que nos plantamos ante el espejo y evaluamos los daños acaecidos durante los últimos doce meses: para empezar somos un año más viejos y nuestro aspecto, además, refleja las huellas de los excesos cometidos a lo largo de este período. El colmo del desánimo tiene lugar cuando cometemos el error de compararnos con modelos enfundadas en la escasa ropa estival que nos lleva a preguntarnos si pertenecerán a otra especie distinta de la nuestra.
Seamos razonables: una alimentación responsable que se inspire en la base de una dieta equilibrada, no va a conducirnos a gozar de un cuerpo escultural. Nuestras características morfológicas no se van a modificar radicalmente por pasarnos las horas en el gimnasio o por acatar una dieta hipocalórica rigurosa. Si un individuo es bajito en relación con la estatura media de la población , por mucho que aumente su masa muscular a base de ejercicio, seguirá siendo bajito. Y si una es ancha de caderas, por muy delgada que se proponga estar, la distancia entre sus caderas va a seguir siendo la misma.
No olvidemos que los hábitos saludables van encaminados a disfrutar de una buena salud. Ciertamente, un cuerpo bien alimentado, no ofrecerá el aspecto poco favorecedor de alguien con sobrepeso. La estética por tanto, es otra recompensa que se añade a una correcta nutrición; pero aceptémonos como somos: la elasticidad de nuestros tejidos no es la misma a los veinte que a los cincuenta y nuestro esqueleto es el que es y no vamos a conseguir modelarlo en una bicicleta estática..
Al final, nuestro bienestar dependerá en mayor medida de la consecución de metas razonables que de la frustración derivada de objetivos imposibles.
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No hay que olvidar que la buena alimentación y el estilo de vida saludable hay que mantenerlos todo el año. No vale de nada acordarse de los michelines cuando empieza a hacer calor y tenemos que destaparnos y en cuanto llega finales de agosto que volvemos a sacar la rebeca comemos y nos tiramos en el sofá como si no hubiera mañana.
Creo que además de aceptar nuestro cuerpo debemos concienciarnos a que somos lo que comemos y aunque sea duro no sucumbir a tentaciones dulces y saladas merece la pena
¡Besos mil!
Estoy totalmente de acuerdo Cuca. La alimentación es muy importante durante todo el año para mantenernos sanos y para evitar futuras enfermedades, no para proponernos metas imposibles de conseguir y convertir nuestra vida en una tortura.
Un besito muy grande 🙂
Totalmente de acuerdo! somos como somos, lo importante es llevar una buena dieta y no abusar de aquellos alimentos que más nos hacen engordar
besitos
Claro que sí Nieves. Comer bien y llevar un estilo de vida saludable es lo que importa realmente.
Un besito 🙂