El desayuno es la comida del día más olvidada y a la que se da menor importancia. No es raro ver a primera hora de la mañana como muchos escolares van por la calle comiendo un bollo o bebiendo un refresco, por no hablar de los adultos que se levantan con el tiempo justo y salen de casa sin desayunar hasta que a media mañana se toman un café. Estas costumbres constituyen un tremendo error.

Al contrario de lo que muchos podáis creer, el desayuno es la comida más importante del día. En el desayuno debemos consumir entre un 20 y un 25% de las calorías totales que necesitamos a lo largo del día. Un error muy extendido en personas que desean perder peso es saltarse precisamente esta comida. Con una actividad física normal, tras el desayuno se queman unas 300 calorías; está demostrado que aquellas personas cuyo desayuno es escaso o lo omiten tienen una mayor prevalencia de la obesidad.

 

 Cuando nos levantamos por la mañana llevamos unas ocho horas sin ingerir ningún alimento y, aunque durante esas ocho horas no estemos realizando ningún tipo de actividad, el organismo sigue consumiendo energía, la energía necesaria para el mantenimiento de nuestras funciones vitales. El nivel de glucosa -principal motor energético- se encuentra en niveles mínimos y necesitamos utilizar reservas energéticas que pueden ocasionar un mal funcionamiento orgánico; nuestro  cerebro es un gran consumidor de glucosa, si tiene que reemplazarla por grasa, disminuye su eficacia considerablemente.
Aunque el desayuno es fundamental para todos los grupos de edad, es particularmente importante en niños en edad escolar. Un niño sin desayunar pierde concentración, memoria y tiene una mayor sensación de fatiga. El desayuno mejora su atención, comunicación y velocidad de pensamiento.

Un desayuno equilibrado debe contener los siguientes grupos de alimentos:
lácteos: leche, yogur, queso… Tienen proteínas de alto valor biológico y minerales como el calcio, hierro y zinc.
cereales: galletas, pan… Nos proporcionan la energía necesaria para afrontar la mañana, si son cereales integrales además nos aportan fibra.
frutas: enteras o en zumo. Aportan vitaminas, minerales y fibra.
Soy consciente que a primera hora de la mañana no es fácil sentarse tranquilamente a desayunar pero es cuestión solamente de diez minutos y de una buena organización. Un buen consejo es dejar la mesa preparada el día anterior. Vuestra salud os lo agradecerá.

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